A veces quisiéramos ser grandes héroes, sin embargo a veces solo logramos ser villanos.
El rodaje de esta película es un costo muy grande y una travesía muy larga.

Quisiera ser grande, y no verme más pequeño.
Quiero superar mis miedos y vencer los problemas.

Hay veces en que sueño, y me veo convertido en aquello que sueño ser.
Sin embargo, al abrir los ojos veo que la cosa es diferente y es dura.

Maldeciré por siempre las cosas fáciles, aquellas que no cuestan, las que llegan hechas, pues te hunden.
Intentaré vencer lo difícil, lo duro, lo peligroso, lo desconocido, lo lejano.

Después de estos años, aprendí algo muy importante: hay problemas que están hechos para cueste superar, para sufrir, luchar y vencer, con el fin de madurar.

Son ya 3 años y algo más desde que decidí cambiar lo fácil por lo estupendamente difícil.
Los ciegos creen que fue un capricho, pero aqui estoy.
Hace poco más de 3 años decidí cambiar lo que tenía listo, para construir algo mejor.

En el camino muchas cosas se han presentado.
Metas, problemas, objetivos, trabas, dificultades, amigos y enemigos; amigos que van y amigos que vienen, maestros, y gente a quien puedo enseñar.

He caído, y me he visto reflejado en mi sangre.
Vi que vivía en un mundo de fantasía, que me queda mucho por andar y mucho por aprender.

He metido la pata cientos de veces.
He intentado apoyarme. Hubo gente que me apoyó. Algunos otros simplemente se fueron.

He mirado las estrellas pensando alcanzarlas, pensando que pensar bastaba.
Me he estrellado, pero he aprendido que el mundo no es como uno quiere.

Me ha dolido ver las cosas como realmente son, y abrir los ojos en lugar de imaginar.

Me cuesta aún, porque a estas alturas sigo pagando las consecuencias de aquello que yo mismo hice, o dejé de hacer.
Duele saber que las intenciones no bastan, y duele que me den la espalda.
Duele que hayan dejado de confiar en mi, y fastidia ser uno más.
Si, uno más.

Duele ver crecer a los demás. Duele sentirme inferior, ver desde abajo.
Duele que me pasen, que me ganen, que ganen.

Hace un par de años se me presentó algo muy difícil. Pensé que podría huir o esconderme. Hice ambas cosas. Dos años después, sigo luchando contra ese algo. .
Sin embargo, ahora es más grande, es más poderoso, más fuerte. Y duele.

Aprendí que por más que huya o me esconda, siempre va a estar ahí, hasta que decida superarlo, hasta que aprenda que tengo que enfrentar y afrontar las cosas que vienen, pues vienen por algo y para algo.

Duelen los límites, duele el tiempo perdido, duelen las espaldas, los no amigos, los casi logros, las fallas, los fracasos...

Pero este partido no se ha acabado. No estoy alegre, pero puedo ser felíz.
Probablemente esto a muchos no les importe, pero yo no me voy de aquí hasta que no haya terminado, y triunfado.