Don't Look Back In Anger



Slip inside the eye of your mind, don't you know you might find... A better place to play. / You said that you've never been. But all the things that you've seen, They slowly fade away. / So I'll start a revolution from my bed, 'cuz you said the brains. / I had went to my head. / Step outside, summertime's in bloom. / Stand up beside the fireplace. Take that look from off your face. / You ain't ever gonna burn my heart out. / And so, sally can wait, She knows it's too late as we're walking on by. Her soul slides away. But don't look back in anger. I heard you say. / Take me to the place where you go, Where nobody knows. If it's not our day. / Please don't put your life in the hands. Of a rock and roll band. [and? you'll? ] throw it all away. / I'm gonna start a revolution from my bed, 'cuz you said the brains. I had went to my head. Step outside, 'cuz summertime's in bloom. Stand up beside the fireplace. / Take that look from off your face, 'cuz you ain't ever gonna burn my heart out. / And so, sally can wait, She knows it's too late as she's walking on by. / My soul slides away. But don't look back in anger, I heard you say. So, sally can wait. She knows it's too late as we're walking on by. Her soul slides away. / But don't look back in anger . I heard you say. So, sally can wait, She knows it's too late as she's walking on by. / My soul slides away. But don't look back in anger-Don't look back in anger. / I heard you say. At least not today.

When it hurts...

A veces quisiéramos ser grandes héroes, sin embargo a veces solo logramos ser villanos.
El rodaje de esta película es un costo muy grande y una travesía muy larga.

Quisiera ser grande, y no verme más pequeño.
Quiero superar mis miedos y vencer los problemas.

Hay veces en que sueño, y me veo convertido en aquello que sueño ser.
Sin embargo, al abrir los ojos veo que la cosa es diferente y es dura.

Maldeciré por siempre las cosas fáciles, aquellas que no cuestan, las que llegan hechas, pues te hunden.
Intentaré vencer lo difícil, lo duro, lo peligroso, lo desconocido, lo lejano.

Después de estos años, aprendí algo muy importante: hay problemas que están hechos para cueste superar, para sufrir, luchar y vencer, con el fin de madurar.

Son ya 3 años y algo más desde que decidí cambiar lo fácil por lo estupendamente difícil.
Los ciegos creen que fue un capricho, pero aqui estoy.
Hace poco más de 3 años decidí cambiar lo que tenía listo, para construir algo mejor.

En el camino muchas cosas se han presentado.
Metas, problemas, objetivos, trabas, dificultades, amigos y enemigos; amigos que van y amigos que vienen, maestros, y gente a quien puedo enseñar.

He caído, y me he visto reflejado en mi sangre.
Vi que vivía en un mundo de fantasía, que me queda mucho por andar y mucho por aprender.

He metido la pata cientos de veces.
He intentado apoyarme. Hubo gente que me apoyó. Algunos otros simplemente se fueron.

He mirado las estrellas pensando alcanzarlas, pensando que pensar bastaba.
Me he estrellado, pero he aprendido que el mundo no es como uno quiere.

Me ha dolido ver las cosas como realmente son, y abrir los ojos en lugar de imaginar.

Me cuesta aún, porque a estas alturas sigo pagando las consecuencias de aquello que yo mismo hice, o dejé de hacer.
Duele saber que las intenciones no bastan, y duele que me den la espalda.
Duele que hayan dejado de confiar en mi, y fastidia ser uno más.
Si, uno más.

Duele ver crecer a los demás. Duele sentirme inferior, ver desde abajo.
Duele que me pasen, que me ganen, que ganen.

Hace un par de años se me presentó algo muy difícil. Pensé que podría huir o esconderme. Hice ambas cosas. Dos años después, sigo luchando contra ese algo. .
Sin embargo, ahora es más grande, es más poderoso, más fuerte. Y duele.

Aprendí que por más que huya o me esconda, siempre va a estar ahí, hasta que decida superarlo, hasta que aprenda que tengo que enfrentar y afrontar las cosas que vienen, pues vienen por algo y para algo.

Duelen los límites, duele el tiempo perdido, duelen las espaldas, los no amigos, los casi logros, las fallas, los fracasos...

Pero este partido no se ha acabado. No estoy alegre, pero puedo ser felíz.
Probablemente esto a muchos no les importe, pero yo no me voy de aquí hasta que no haya terminado, y triunfado.

Loco por un día

Love will tear us apart.
A mi lado está un hombre, o un intento de hombre que por poco olvida para siempre que es hombre. Conocí a Ian hace pocas horas.
Estaba caminando cerca de la estación del tren. Escuchaba la canción que da inicio a esta historia, mientras me dirigía al muelle, cuando de pronto vi a Ian caminar sin rumbo fijo. Tenía la mirada perdida, movimientos sin son. Este hombre es una canción mal tocada. Es producto de lo que le pasa. Es -como diría Jarvis Cocker- un "bad cover version".

Abrigado, y con las manos en el bolsillo -tratando esconderme del frío- me llama la atención aquel joven de cabellos ondulados que parece buscar algo. Al acercarme me dice que está buscando algo que ya olvidó. La mirada perdida, la barba crecida, sus pómulos hinchados me dicen que algo no anda bien.

Ante esta situación, pienso que podré postergar mi almuerzo con Robert Smith para mañana. Este es uno de los días en que algo se cruza en el camino, ofreciendo la opción de cambiar el día -o talvez la vida-.
Ian es la oferta de hoy, es el menú del día. Uno decide si es que lo toma o lo deja.
Me siento junto a él, justo en la riel del tren. Ambos esperamos morir hoy.

Sin preguntar, Ian me empieza a contar que las cosas no le salen bien hace mucho tiempo. Tiene problemas en el trabajo, tiene una hija no deseada, una familia que ya no existe.
Cada vez que se pierde dentro de su innmuerable mundo de problemas, cada vez que se arrepiente de algo, se jala un cabello.
La conversación no es monótona, es mas bien ambiciosa. Ian tiene tono como a inglés. Es una contraproducción de la naturaleza que alguien tan mal se pueda expresar tan bien.

A esta altura de la charla, Ian tiene la mitad de la cabeza pelada. Trato de convencerlo de que no siga, pero él insiste en que cada vez que se saca un cabello, siente que el peso del mundo es menor .
Lágrimas van y vienen, furia y enojo a través de su llanto se manifiestan. Está desesperado, no sabe qué hacer.
Me dice que si es que tan solo hubiera podido hacer las cosas de diferente manera en el pasado, no estaría tan jodido. Que si tan solo hubiera sido un poco más fuerte en sus convicciones, no estaría conversando conmigo en este momento, estaría tirando quizás, jadeándose de "este mundo que es una mierda y que en tanto mierda no vale la pena hacerle caso" (frase citada textualmente). Lo miro a los ojos, las aparariencias no engañan, se está muriendo por dentro. Le queda tan poco aliento como cabellos en la cabeza.

Cierro los ojos, tratando de visualizar internamente su sentimiento, y así comprenderlo. Me dice que solo la muerte podrá aliviar su pesar, que de nada sirve que lo escuche -es un pendejo de mierda, pienso-. No importa, me quedaré aquí hasta que cambie de parecer, no sé qué decir, pero se que no debo dejarlo solo.
Estos fierros tiemblan. Ahora la vía férrea se estremece con sus penas también. Ahora somos 3 los cojudos.

A esta altura de la conversa, no le queda más que un pelo, y es justo en ese momento en que tenemos al tren frente a nosotros. No lo escuché y nadie nos avisó.
No tenemos reacción, estamos más fríos que estos fierros retorcidos. No tenemos fuerza, estamos jodidos.
Alcanzo a ver la sonrisa de aquel desgraciado que está a punto de matarnos. Lo odio sólo en milésimas de segundos.

Soy inmóbil frente al tren. Frente al miedo, frente al vacío.
De pronto el pito del tren hace despertar mis entrañas, que me dicen: haz algo huevón!.
Volteo la mirada, y cojo al maldito idiota suicida del cuello...
Me quedo más frío aún. Al verle la cara, resulta que el maldito idiota suicida soy yo. Esa es mi cara, esos mi ojos. Esos eran mis cabellos.
No alcanza tiempo para nada más. Cojo al suicida y lo jalo conmigo hacia el suelo, pero ya es demasiado tarde. El tren nos ha golpeado la pierna.
El queda tendido en el suelo. Yo estoy jodido.

El tren se ha detenido bruscamente. El maquinista baja para ver cómo estamos mi compañero y yo (o yo y yo). Otra vez soy yo. Resulta que el maquinista del tren también soy yo.

Estoy jodido. Yo he estado tratando de salvarme a mí, y en ese intento casi he sido arrollado por mi.

Antes de volverme loco, viene alguien más, este se parece mucho a mi. Se acerca para decirme que el mejor amigo, y el el peor enemigo de uno, es uno mismo.

Qué mierda.