Fue tanta la emoción que sentí al ver por primera vez esta película de Michael Moore, que no dudé que tenía que hacerse un análisis y debate en la universidad. Pues bien, el viernes pasado tuvimos la segunda actividad, y básicamente estuvo -a mi criterio- espectacular. 30 personas viendo la película, atentos y muy buenos en el análisis y preguntas. Sin embargo, como dije al inicio del debate, mientras organizábamos el evento, nadie imaginaba que el martes de esa semana, iba a tener lugar un hecho muy similar en Helsinki, Finlandia.
La pregunta con que partimos, fue ¿qué está pasando? Sin duda el tema de análisis era de por sí muy interesante. Pero estuvo estupendamente bien dirigido por dos maestros del conocimiento: Fernando Loyola, psicólogo social organizacional y director adjunto de Calidad Educativa, y Armando Millán, profesor antropólogo fascinado de los mitos y leyendas. Muy buenas propuestas departe de ambos, y muy buena participación de los asistentes. Aunque de hecho todos nos quedamos con ganas de más, la discusión duró una disimulada hora y media, y el momento más acalorado, y casi tema central de discusión, giró en torno a la pregunta: Cualquiera puede ser un asesino? Armando postuló que no, que se trata de un complejo estado patológico; por su lado, Fernando afirmaba que se trata de personas comunes, que en un momento dado, y en medio de ciertas circunstancias, sufren de un síndrome llamado Amok, esto además, de la mano de los distintos cambios y afecciones de la era contemporánea, entre los cuales están la internet, el fácil acceso a las comunicaciones y al mundo, la globalización, la deshumanización, la desensibilización, y la burda y asquerosa información departe de los medios.
Yo por mi parte, planteé, y creo que lo que sucede en Estados Unidos, a diferencia de otros países, es el fácil acceso que tienen a las armas. Otra cosa no podría explicar las 11000 muertes que se registran al año, en contraste con su "vecino del norte", Canadá, donde se registran 65 muertes al año. Pues veo agresión todos los días. Veo agresión en la calle, en el carro, en las noticias, en los deportes. Yo creo que si en el fútbol estarían permitidas las armas, seríamos más atentos al voley, basket, u otros deportes, pues no habría futbolistas. Esta idea fue soportada por Fernando, que sumó a este punto, que "humanos y animales comparten 5 fenómenos en común: hambre, sed, frío, calor, y agresión." Efectivamente, cuántos menos seríamos, si nosotros tuviéramos acceso rápido a las armas. Pues bien, en una sociedad tan jodida como la nuestra, donde día a día lo que nos dicen los medios es que somos un desastre de país, pues de toda la programación de un noticiero, el 90% son violaciones, asesinatos, secuestros, y no sé qué más. En un país donde lo que te dicen los comerciales es, que si eres chato no habrá chica que se fije en ti, que si tienes granos nadie te mirará, que si no estudias, serás un fracasado toda la vida, en un mundo como éste, ¿cuál es el botón que encenderá toda la ira que guardamos?